El premio Nobel de medicina Luc Montaigner afirmó esta semana que las vacunas son las causantes de las llamadas nuevas cepas y presuntas mutaciones del virus Sars-Cov-2, algo que era predecible y que es un efecto ampliamente conocido dentro de la virologia, en el mundo, al que se le denomina: mejora de enfermedad dependiente de anticuerpos (ADE). Sin embargo, a pesar de que esto es ampliamente conocido y había sido advertido, ha sido flagrantemente ignorado por los grandes medios de desinformación, por los gremios médicos oficiales y por las trasnacionales farmaceuticas. En este sentido, en Agosto de 2020, se publicó un curioso artículo cientifico en la prestigiosa REVISTA NATURE, titulado: Una perspectiva sobre la potenciación de la mejora de enfermdad dependiente de anticuerpos del SARS-CoV-2. Este tema ha sido descaradamente evadido por las grandes farmaceuticas, por la Organización Mundial de la Salud y por la mayoría de gobiernos del mundo pero ¿Por qué? ¿Que es eso de «la mejora de la enfermedad dependiente de anticuerpos (ADE)?. La ADE es un aumento de la gravedad de la enfermedad en una persona o animal infectado cuando un anticuerpo contra un patógeno, ya sea adquirido por una infección anterior, por una vacunación o una transferencia pasiva, empeora su virulencia por un mecanismo que se demuestra que es dependiente de anticuerpos. Es decir, es el empeoramiento de la enfermedad producto de la vacunación que causa una mayor agitación de los anticuerpos que reaccionan de manera más virulenta contra el virus, provocando un empeoramiento de la enfermedad.

Según el articulo de Agosto pasado de la Revista NATURE, la mejora de la enfermedad dependiente de anticuerpos (ADE) era una preocupación general para el desarrollo de vacunas y terapias con anticuerpos debido a que los mecanismos que subyacen a la protección de anticuerpos contra cualquier virus tienen un potencial teórico para amplificar la infección o desencadenar una inmunopatología dañina que es potenciado por la inoculación de vacunas en momentos inoportunos. El artículo advertía de esta posibilidad, en el caso de la pandemia de COVID-19 y decía que se requería de una consideración cuidadosa en este punto crítico de la pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), que es causada por el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2). El artículo decía textualmente que «debido a que el ADE de la enfermedad no se puede predecir de manera confiable después de la vacunación o el tratamiento con anticuerpos, independientemente del virus que sea el agente causal, será esencial depender de un análisis cuidadoso de la seguridad en humanos a medida que avancen las intervenciones inmunitarias (vacunas) para COVID-19».
Evidentemente nada de eso se hizo. Se siguió adelante con las vacunas experimentales sin tomar en cuenta la posibilidad de ADE ¿Por qué? Porque, la OMS, GAVI y las grandes farmaceuticas no iban a poner en riesgo las enormes ganancias que están teniendo, advirtiendole a la gente que las vacunas podrían ser un factor de agravamiento de la situación cuando son aplicadas durante una infección pandémica activa y de gran virulencia.
Ya lo intentaron antes
Me gustaMe gusta