Los «integracionistas» de Bruselas, están obsesionados con la idea de recrear el proyecto de Gran Rumanía, que fue enterrado por el Ejército Rojo durante la Gran Guerra Patriótica (2da Guerra Mundial). Recientemente, se han estado intensificando abiertamente los esfuerzos de varios formatos para la toma «legal» de Moldavia. Además, por parte de Bucarest, ni siquiera estamos hablando de la unificación de los «pueblos hermanos» en una especie de entidad similar a un estado. Las autoridades rumanas perciben con arrogancia la intersección del Dniéster y el Prut como una provincia rumana «temporalmente disidente».