
Para iniciar la transformación del sector eléctrico venezolano y reducir la dependencia de los combustibles domésticos, se ha de comenzar con el aprovechamiento de los recursos energéticos renovables de la región noroccidental del país (Zulia- Falcón), partiendo de las siguientes premisas:
- A partir de datos satelitales y en consideración de las condiciones de interconexión eléctrica, se tiene que 35% del territorio del estado Zulia y el 20% del territorio del estado Falcón, presentan condiciones económicamente favorables para el aprovechamiento solar fotovoltaico. En cuanto a la energía eólica, las cifras estimadas son del 8% y 15% para Zulia y Falcón, respectivamente (IRENA, 2017).
- La capacidad eléctrica instalada en la región noroccidental es la segunda en el país, sólo superada por las centrales hidroeléctricas del sur (estado Bolívar). Las centrales termoeléctricas de Zulia y Falcón consumen, para generación eléctrica, más de 7 millones de litros de gasoil al año, producido en las refinerías nacionales (MPPEE, 2013a), lo que representa un elevado costo de oportunidad para el país.
- El estado Zulia es el más poblado de Venezuela, concentra el 14% del total nacional y, juntamente con Falcón, suman una población de 4,7 millones de personas. Por tanto, la densidad poblacional de la región es más alta que en el 86% del territorio venezolano (INE, 2017). Si se considera que el consumo eléctrico es cada vez más residencial, toda transformación del sector debe iniciarse por las zonas de mayor concentración poblacional, es decir, por el estado Zulia.
- En la región se presenta el mayor consumo eléctrico por hogar, en el país. (MPPEE, 2013a). Las capitales de los estados Zulia y Falcón se encuentran en el extremo occidental del país, al final del sistema troncal de transmisión en 765 kV, a más de 1.100 kilómetros del 70% de la capacidad eléctrica de generación del país (centrales hidroeléctricas del sur del país). Por tanto, instalar capacidad de generación alternativa en este punto mejoraría la estabilidad del sistema interconectado nacional.

Todas las tecnologías que empleen recursos fósiles nacionales como fuente primaria de energía para generar electricidad (carbón, coque, gas y/o gasoil) profundizarán el modelo de dependencia rentista del sector eléctrico venezolano. Si se considera la potencialidad en energías renovables del país, la transición a un sistema eléctrico basado en energías renovables alternativas (no hidroeléctricas) sería económicamente factible si se toman en cuenta los elevados costos de oportunidad por consumo doméstico de hidrocarburos nacionales, como el gasoil y otros derivados. En Venezuela, el uso de energías renovables para generar electricidad, más que un asunto medioambiental, es un tema de sostenibilidad económica del sistema eléctrico, en un país que ha sido cada vez más dependiente de la renta petrolera. Ninguno de los gobiernos, desde 1958 hasta 2014, ha promovido cambios realmente sustanciales que promuevan la sostenibilidad del sector eléctrico nacional y la historia de esta industria nacional ha sido de una deriva cada vez más intensa hacia la dependencia de la renta petrolera.

Programa «Sembrando Luz» (2005-2014)
En Venezuela, la electrificación rural a gran escala comienza con los cambios impulsados por inicio de la democracia en el año 1958. Los primeros sistemas de electrificación rural con energías renovables son impulsados por la empresa estatal Electrificación del Caroní C.A. (EDELCA) que en 1960 inició el Programa de Microcentrales Hidroeléctricas (MCH) para comunidades indígenas en la cuenca del alto río Caroní. En el marco de este programa de microcentrales, se han instalado hasta el momento más 1,3 MW en mini y micro-centrales conectadas a redes rurales aisladas en Guayana (Estado Bolívar) y la selva amazónica venezolana (Estado Amazonas). En el período comprendido entre 1969 y 1978 la empresa estatal venezolana Compañía Anónima de Administración y Fomento Eléctrico (CADAFE) emprendió un programa de electrificación rural masivo, en el cual se cubrió el 50% de todo el territorio venezolano, donde se electrificaron más de 1400 comunidades con una población menor a los 2500 habitantes. Luego, entre 1979 y 1985, se concentran los esfuerzos de electrificación rural hacia todos los pueblos con menos de 1000 habitantes, lográndose éste objetivo al 100%. Adicionalmente, se avanza con un 50% de electrificación en comunidades de menos de 500 habitantes, de mucho más difícil acceso y complicada extensión de la red. Sin embargo, a partir de los cambios sociales y políticos acaecidos en el país a partir del año 1999 se establece constitucionalmente el acceso universal al servicio eléctrico en todo el país, el cual será garantizado por el Estado a todas las personas, quienes como contraprestación tienen el deber de hacer uso racional y eficiente de la energía. Bajo este nuevo esquema se ha pasado de un 96,77% de electrificación en el año 2001 a un 98,89% en 2011 y más del 99% en el año 2013, empleando para ello tres estrategias fundamentales que han sido:
- Expansión de la red eléctrica de distribución,
- Instalación de sistemas basados en grupos electrógenos (Programa “Revolución Energética”),
- Instalación de Solar Home Systems (SHS), Rural Micro-Grids (RMG) y otros sistemas basados en energías renovables (Programa “Sembrando Luz”)
En 1992, se crea la Fundación para el Desarrollo del Servicio Eléctrico (Fundelec, por sus siglas en castellano). En 2005, Fundelec comienza a fungir a modo de autoridad autónoma de electrificación rural (AARE) de Venezuela, tanto en lo concerniente a proyectos comunitarios de electrificación por expansión de la red como por la instalación de sistemas basados en energías renovables. Desde el año 2005, Fundelec, ente público adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica (MPPEE), ha venido desarrollando el Programa “Sembrando Luz” que ha sido una iniciativa con la cual se han ejecutado diversas soluciones de electrificación rural y suministro de agua potable, aprovechando la energía solar y eólica. El programa atiende de forma prioritaria a comunidades ubicadas en zonas aisladas, indígenas y fronterizas. Este programa puede entenderse mejor a través de la división en las tres fases o estrategias de electrificación rural que se definen en los siguientes apartados.
Primera fase del programa «Sembrando Luz»
A partir del año 2005 se inició el programa con la instalación de 850 sistemas fotovoltaicos, fundamentalmente de 1.200 Wp y de 3840 Wp (SFV-1200 y SFV-3840) para la electrificación de escuelas, comedores, ambulatorios, casas comunales, centros comunitarios de acceso a internet y telecomunicaciones, puestos fronterizos y otros objetivos sociales, en comunidades aisladas, indígenas y fronterizas del país. Estos SFV beneficiaron, entre 2005 y 2009, a más de 500 comunidades y cerca de 130 mil habitantes (Tabla 1). De acuerdo a Massabié, los primeros sistemas fotovoltaicos fueron ensamblados en Cuba a partir de partes suministradas por un fabricante español, y pagados con petróleo venezolano en el marco del convenio de cooperación binacional Sur-Sur entre Cuba y Venezuela, previendo que, posteriormente, el ensamblaje fuera realizado en éste país a través de tratados de transferencia tecnológica. Adicionalmente, entre 2005 y 2013, se habían instalado 162 sistemas de potabilización y 54 sistemas desalinizadores de agua alimentados por SFV-1200. La tecnología utilizada, hasta ahora, tiene capacidad de potabilizar 800 litros por hora (lts/hr) y puede extraer agua en pozos con una profundidad máxima de 18 metros. Se han instalado 78 sistemas bombeo, en los casos que el agua es extraída de pozos artesanales. Estos sistemas son instalados en comunidades donde, adicionalmente, se han instalado también sistemas para electrificación de otras infraestructuras comunitarias.
Table 1. Sistemas instalados en la primera fase del programa «Sembrando Luz»
Tipo de Sistema |
Cantidad de Sistemas Instalados |
Capacidad Instalada (kWp) |
SFV-1200 |
810 |
972 |
SFV-3840 |
40 |
153,6 |
Total |
850 |
1125,6 |
Bombeo |
78 |
81,9 |
Potabilizadoras de Agua |
162 |
194,4 |
Desalinizadoras |
54 |
64,8 |
Total |
294 |
341,1 |
Segunda fase del programa «Sembrando Luz»
La segunda fase en la dotación energética se ha basado en la implantación de Sistemas Fotovoltaicos Domiciliares de 300 Wp y 600 Wp (SFV-300 y SFV-600). En esta segunda fase, en su primer despliegue, se atendieron unos 10 mil habitantes, distribuidos en 1899 viviendas de más de 100 comunidades.
Table 2. Sistemas instalados en la segunda fase del programa «Sembrando Luz»
Model |
Quantity of Installed Systems |
Installed Capacity (kWp) |
SFV-300 |
445 |
133,5 |
SFV-600 |
1726 |
1035,6 |
Total |
2171 |
1169,1 |
Tercera fase del programa «Sembrando Luz»
El plan inició en el año 2009. Los sistemas están integrados por uno o dos aerogeneradores de 2 y/o 3 palas, paneles fotovoltaicos, baterías y grupos electrógenos a diésel de respaldo. Para el control y sincronización de cada uno de los componentes se emplean inversores basados en algoritmos y sistemas de conversión con electrónica de potencia. Hasta el momento, se han instalado 18 sistemas híbridos que han beneficiado aproximadamente a 300 viviendas y alrededor de 1800 personas. Los sistemas híbridos instalados se han diseñado en combinaciones eólico-solar con capacidad para 10, 20, 30 y 40 viviendas. Nueve (09) de éstos sistemas han sido instalados en comunidades indígenas Wayuu de la península de la Guajira en el extremo noroccidental de Venezuela (norte del estado Zulia), cuatro (04) han sido instalados en comunidades de campesinos en la península de Paraguaná (Estado Falcón) y dos (02) han sido instalados en los Andes (Estado Mérida) y tres (03) en el extremo nororiental del país (Estado Sucre).

Hasta el momento se han beneficiado durante la fase 1 y 2, directa e indirectamente, alrededor de 202 mil personas, en 932 comunidades a través de 3273 objetivos sociales. La mayor parte de estas comunidades están ubicadas en territorios del sur y de los extremos nor-occidental y nor-oriental de Venezuela, donde se concentran las mayores carencias de servicios básicos. Adicionalmente, 1500 personas por medio de las microrredes híbridas. El programa “Sembrando Luz” estima atender otras 2020 comunidades más que están distribuidas en estos territorios, tal y como se observa en la Figura.

Planificación e implementación del programa «Sembrando Luz»
En Venezuela, la Corporación Eléctrica Nacional (CORPOELEC), como empresa pública de servicio eléctrico (ESC) con competencia en todo el país aporta a Fundelec, como autoridad autónoma de electrificación rural (AARE) los elementos técnicos y prospectivos fundamentales para poder trazar los planes de electrificación rural. El gobierno participa como ente regulador (RE), a través de la formulación de políticas y el establecimiento de un marco jurídico e institucional de fomento a la electrificación rural con energías renovables así como todos los elementos regulatorios necesarios tanto técnicamente como económicamente para el desarrollo de estas actividades. En el caso de Venezuela, el Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica funge como ente regulador (RE) y representante directo de los planes y políticas energéticas del gobierno nacional. El programa de electrificación rural con energías renovables, diseñado por la AARE, es discutido y finalmente aprobado por las tres partes interesadas (AARE, ESC & RE). La participación de la ESC permite diferenciar los centros poblados no servidos que serán electrificados por extensión de la red de aquellos que requieren electrificación aislada, bien sea con energías renovables o grupos electrógenos. La participación del RE permite a la AARE circunscribir el programa a unas metas con dimensiones sociales-económicas definidas. La AARE se encarga del levantamiento de las necesidades de electrificación en las comunidades rurales no incluidas en los planes de extensión de la red de la ESC. Todas las metas de dimensión socio-económica son establecidas por el RE previas consultas con las autoridades nacionales correspondientes en educación, salud y desarrollo rural. Los centros poblados a ser electrificados por extensión de la red, generalmente, cuentan con autoridades civiles de nivel superior a los consejos comunales y, por lo tanto, sus proyectos de electrificación son discutidos en su ámbito socio-económico, directamente, con la ESC, y las metas son definidas por el RE, bajo las mismas consignas antes descritas para el caso de la electrificación rural con energías renovables.
(Elaborado por Alejandro López González, 2018)
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